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miércoles, 25 de abril de 2012

La Hora del Café en Venezuela

En muchos países le tienen miedo al mal tiempo, pero eso es porque no han venido a Venezuela. La verdad es que ni siquiera los que hemos nacido y crecido aquí, hemos terminado de entender cómo funciona el tiempo en este país.
Nos vemos “como a las 12″, “tipo una”, “a golpe de 3″, o así “en la tarde-noche”. Son expresiones que podrían hacer colapsar hasta al más informal de los británicos, pero que para nosotros resultan tan cotidianas como dormir acostado.
Hoy día ya casi nadie dice una hora exacta, pero cuando se llega a hacer, hay que tener claro que tan solo se trata de “una referencia”, porque hay gente tan imprudente que se llega a tomar la hora en serio y entonces uno tiene que salir en chores a decirle: “No vale, yo te dije a las 8, pero para que llegaras tipo 9… 10″.
Por esto es importante aclararle a los que practican la puntualidad británica que es allá donde todo se cumple como “la hora del té”, mientras que en este país todo es “a la hora del café”. Porque si se ponen a ver, el café venezolano, es tan subjetivo como la hora.
- Te dije guayoyo, pero no tan guayoyo.
- ¡Ah! Tu dices negrito, pero no tan negrito.
- Exacto.
Que equivale a:
- Te dije a las ocho, pero no a las OOOCHOOO.
De hecho, la hora y el café están tan íntimamente relacionados, que si quieren saber la hora basta con escuchar el café que pide la gente. Para evitar confusiones, les copio a continuación la famosa tabla de equivalencias venezolanas Hora – Café.
6am. Teterito
7am. Tetero
8am. Tetero pero no tan tetero
9am. Con-leche clarito
10am. Con-leche
11am. Con-leche oscuro
12pm. Marrón claro
1pm. Marrón
2pm. Marrón oscuro
3pm. Marrón tirando a negro
4pm. Un negro con un chorrito de leche o café chinazo
5pm. Un negrito
6pm. Un guayoyo pero no tan guayoyo
7pm. Un guayoyito
8pm. Un whisky pero suavecito.
Artículo original de César Muñoz

lunes, 23 de abril de 2012

¿Sabías que?

¡Ay, qué noche tan preciosa!. La canción de cumpleaños más cantada en Venezuela.

Hay melodías que pareciera que estuvieron allí por siempre, que nadie sabe quién las compuso ni cuando...
Este es el caso de la famosa canción de cumpleaños “Ay, qué noche tan preciosa”, himno de todos los cumpleaños en Venezuela, fué compuesta por un venezolano, nacido en la ciudad de  Caracas, el 17 de Julio de 1.930, hijo de Andrés Cruz Orta y Carmen Cordero de Cruz, de cuya unión surgieron 9 hermanos: Gregorio, José, María Luisa, Rosa, María Lourdes, Olimpia, Margot, Isabel, Luís y Teresa, y fue el único de su familia que tuvo inclinación hacia la vida artística, destacándose desde muy temprana edad como músico y compositor; actividad que alternaba con labores del campo (agricultura y cría de ganado).

El nacimiento de “¡Ay, qué noche tan preciosa!”
Como el mismo Luis Cruz lo cuenta: “Esa canción surgió, exactamente allá por el año 1.953, y el motivo, la petición que me realizara Rebeca Sorondo, la novia de un amigo mío, quien me pidió que le hiciera una canción para su cumpleaños, y yo le dije bueno no soy muy experto en esta materia porque recién estoy empezando a componer mis temas; déjame ver si me sale algo para el día de tu cumpleaños, y ante tal compromiso, me puse a desarrollar el tema y a los dos días ya estaba hecha la canción “Cumpleaños Feliz”.
Emilio Arvelo, el intérprete
Años más tarde, el cantante venezolano Emilio Arvelo, pidió a su autor, Luis Cruz, le permitiera grabar este sencillo como relleno de una producción discográfica, a la cual le faltaba una pieza musical. Para sorpresa del artista, fue la única canción que funcionó, la única canción de su disco, que pegó y logró, además, inmortalizar a Emilio Arvelo como la voz tradicional del “Cumpleaños Feliz” y, por supuesto, a Luis Cruz como su autor.

"Hay que noche tan preciosa / es la noche de tu día, / muestran todos su alegría / en esta fecha natal… / Y que esta luna plateada / brinde su luz para ti, / y ruego a Dios porque pases / un cumpleaños feliz"